La era cuántica en la Guerra de la Información

La computación cuántica está a punto de transformar radicalmente la guerra de la información, abriendo nuevas posibilidades y desafíos en seguridad, manipulación de datos y toma de decisiones estratégicas. Para comprender este fenómeno, es esencial integrar los aportes de las investigaciones más recientes y los debates éticos y técnicos que rodean a esta tecnología disruptiva.

¿Qué es la computación cuántica y por qué es disruptiva?

La computación cuántica se diferencia de la computación clásica en que utiliza qubits, que pueden representar simultáneamente el 0 y el 1 gracias a la superposición cuántica. Además, el entrelazamiento cuántico permite que dos qubits estén correlacionados de tal forma que el estado de uno afecte instantáneamente al otro, sin importar la distancia. Este fenómeno, que desafía la lógica clásica, es la base de sistemas de comunicación ultraseguros y de nuevas estrategias de manipulación informativa.

Según el análisis de The Emerging Potential for Quantum Computing in Irregular Warfare, la computación cuántica está saliendo del laboratorio para convertirse en una herramienta práctica en escenarios de conflicto asimétrico. Su capacidad para procesar y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real puede cambiar el equilibrio de poder, permitiendo nuevas formas de ataque y defensa basadas en la explotación de asimetrías tecnológicas e informativas.

Criptografía bajo amenaza: el fin de la seguridad digital tradicional

Uno de los impactos más inmediatos de la computación cuántica se dará en la criptografía. Los sistemas actuales, como RSA y ECC, dependen de la dificultad de resolver ciertos problemas matemáticos. Sin embargo, algoritmos cuánticos como el de Shor pueden resolver estos problemas exponencialmente más rápido, lo que significa que, en teoría, un ordenador cuántico suficientemente potente podría romper la mayoría de los sistemas de cifrado actuales en cuestión de horas.

El artículo Cyber Insights 2025: Quantum and the Threat to Encryption advierte que, aunque en 2025 probablemente no veremos aún un ordenador cuántico capaz de romper el cifrado de clave pública, el riesgo está cada vez más cerca. El fenómeno del “almacenar ahora, descifrar después” ya está en marcha: los atacantes pueden recolectar hoy datos cifrados para descifrarlos en el futuro, comprometiendo secretos de Estado, datos financieros o información personal.

Por ello, la migración a algoritmos poscuánticos es urgente. El NIST lidera el desarrollo de nuevos estándares resistentes a ataques cuánticos, conocidos como post-quantum cryptography (PQC). La fuente Quantum Cybersecurity in 2025: Post-Quantum Cryptography Drives Awareness destaca que la transición a estos algoritmos y la implementación de tecnologías como la distribución cuántica de claves (QKD) serán esenciales para proteger las comunicaciones críticas en los próximos años.

Guerra de la información: operaciones de influencia y manipulación a escala cuántica

La guerra de la información se basa en la capacidad de manipular, filtrar y analizar datos a gran escala. Aquí, la computación cuántica promete un salto cualitativo. Según The Emerging Potential for Quantum Computing in Irregular Warfare, los ordenadores cuánticos podrán analizar millones de mensajes en redes sociales, identificar patrones de desinformación y anticipar campañas de influencia antes de que se propaguen. Esto permitirá no solo detectar amenazas, sino también diseñar contramedidas adaptativas y campañas de contra-narrativa mucho más eficaces.

Además, la simulación cuántica permite modelar cómo se propaga la desinformación en redes complejas, optimizando la respuesta y permitiendo la generación de mensajes personalizados para contrarrestar el impacto psicológico de campañas hostiles. Estas capacidades, aunque aún en desarrollo, ya están en la agenda de los principales actores estatales y corporativos.

Optimización de operaciones y toma de decisiones estratégicas

La computación cuántica también tiene el potencial de revolucionar la logística y la planificación militar. El mismo informe The Emerging Potential for Quantum Computing in Irregular Warfare señala que los algoritmos cuánticos pueden optimizar la asignación de recursos, la gestión de cadenas de suministro y la toma de decisiones en escenarios complejos, analizando simultáneamente miles de variables y escenarios posibles.

La capacidad de simular y modelar entornos de conflicto en paralelo permitirá anticipar puntos críticos, prever reacciones en cadena y optimizar la respuesta ante amenazas híbridas, como ciberataques o sabotajes a infraestructuras críticas. Esta ventaja estratégica será clave para quienes logren dominar la tecnología primero.

Desafíos éticos y regulatorios: ¿estamos preparados?

El despliegue de tecnologías cuánticas en el ámbito militar y de la seguridad plantea cuestiones éticas profundas. El artículo Quantum Technologies Advance Military Capabilities, Raising Ethical Concerns subraya los dilemas que surgen cuando las decisiones críticas —desde la selección de objetivos hasta la respuesta a ciberataques— pueden automatizarse y escapar al control humano. La velocidad y complejidad de los sistemas cuánticos pueden aumentar el riesgo de errores, sesgos o incluso acciones autónomas letales sin supervisión adecuada.

Además, la opacidad de los algoritmos cuánticos dificulta la auditoría y la atribución de responsabilidades. El informe Are We Ready for the Quantum Age? Preparing for the Risks of Quantum Technologies with Rights-Respecting Policy Frameworks advierte que los marcos legales actuales no están preparados para abordar los riesgos de la computación cuántica, especialmente en lo que respecta a derechos fundamentales y privacidad.

Preparación y resiliencia: pasos clave para Estados y organizaciones

Frente a estos desafíos, la preparación es fundamental. Según Preparing for Quantum Computing, la migración a algoritmos poscuánticos debe comenzar ya, incluso antes de que existan ordenadores cuánticos plenamente funcionales. El uso de técnicas como la criptografía basada en retículas, ya adoptada por empresas como Google y Cloudflare, es un paso en la dirección correcta.

Además, la capacitación de especialistas y la sensibilización social son cruciales. La formación debe ir más allá del ámbito técnico e involucrar a responsables políticos, juristas y a la ciudadanía. Solo así será posible anticipar los cambios y establecer reglas claras sobre el uso de la computación cuántica en operaciones militares y de inteligencia.

Conclusión: un futuro en construcción

La computación cuántica no es solo una promesa tecnológica, sino una realidad en rápida evolución que ya está influyendo en la seguridad global y la guerra de la información. Aunque aún faltan años para que los ordenadores cuánticos alcancen su máximo potencial, la carrera por dominar esta tecnología ya ha comenzado y sus consecuencias serán profundas y duraderas.

La clave está en anticipar los cambios, invertir en resiliencia y promover un debate ético y social que acompañe el desarrollo técnico. Solo así será posible aprovechar las oportunidades de la era cuántica sin caer en sus riesgos más graves.

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